"La vida es aquello que te va sucediendo mientras te empeñas en hacer otros planes". John Lennon
En una situación de alarma como la que estamos viviendo, donde todo es incertidumbre y lo que sucede escapa a nuestro control, dónde hay un cambio drástico en nuestra vida, es posible que se disparen determinados sentimientos: miedo, preocupación, ansiedad, estrés e incluso pánico. Las emociones cumplen una función y orientan nuestro comportamiento pero, si notas que no puedes soportarlas o te desorientan porque son muy intensas, es bueno que pidas ayuda a algún profesional sanitario (médico, psicólogo, farmacéutico).
Cuando nos sucede algo que nos provoca una emoción intensa es importante, en primer lugar, informarnos con una o varias fuentes fiables. Mucho cuidado con leer otro tipo de información, porque circulan muchos bulos alarmistas que pueden acrecentar el miedo innecesariamente. Seguir las recomendaciones de estas fuentes es importante, por nuestra salud y por la de los demás, además de ser una conducta solidaria. Es una forma de colaborar cuando no podemos hacerlo de forma directa. Otra forma de cuidar de nuestra comunidad desde casa es no difundir noticias que no sepamos que están contrastadas.
Si tienes pensamientos catastróficos o alarmistas, intenta centrarte en el aquí y ahora. No sabemos que va a pasar en el futuro, ni lo sabrás por mucho que pienses acerca de ello, pero sí podemos saber, o al menos intuir, qué nos haría sentir mejor ahora. Recuerda también que todas las situaciones son peores cuando las imaginamos que cuando las vivimos en la realidad: fantasear sobre catástrofes es peligroso. Piensa en las cosas que siempre quisiste hacer y abandonaste por falta de tiempo, es un buen momento ahora de emplear la energía ahí y no en elaborar pensamientos alarmistas.
Establece una rutina con tiempo para dedicarte a alguna actividad que te guste. Si vives solo/a podrías experimentar como es la vida sin reloj, escuchando el cuerpo para saber lo que necesita en cada momento. En nuestra vida diaria intentamos que el cuerpo se adapte al reloj y esta es una oportunidad de explorar algo diferente. Si vives en familia es bueno establecer rutina, sobre todo si tienes hijos/as. Tener horarios de teletrabajo o estudio, de ejercicio corporal, lectura, juegos, actividades de familia, un espacio donde poder expresar cómo nos sentimos y qué necesitamos cada uno, y por supuesto, espacios de soledad. Vivas como vivas es muy importante cuidar la alimentación y las horas de sueño.
Como decía John Lennon "la vida es aquello que te va sucediendo mientras te empeñas en hacer otros planes". La vida es pura inseguridad pero necesitamos vivir en la ilusión de seguridad porque nos aterra la incertidumbre. Por eso hacemos planes y pensamos que mañana será un día parecido a hoy.
Todas las crisis nos hacen más fuertes, siempre son oportunidades para el crecimiento, si sabemos aprovecharlas. Es momento de recordar tus fortalezas, lo que aprendiste de ti mismo en otras situaciones difíciles de tu vida; momento de reflexionar, de aprender a estar contigo mismo/a; momento de ser creativo/a; dedicar tiempo a tus hijos/as.
Como siempre, cualquier situación vital difícil puede ser una oportunidad o una tortura. Todo depende de nuestra actitud. Sobre todo, cuídate!! Por ti y por tu comunidad.